El capítulo III de las Directrices de la OCDE aplicables en materia de precios de transferencia a empresas multinacionales y administraciones tributarias (en adelante «Directrices OCDE») contiene los lineamientos para el desarrollo de un análisis de comparabilidad. De igual manera, en el artículo 110 del Reglamento de la Ley de Impuesto a la Renta, se establecen algunos de los elementos a efectos de considerar una (mayor) comparabilidad en transacciones, siendo uno de los más subjetivos el referido a las «circunstancias económicas» en las que se pueden haber realizado estas. Teniendo en cuenta que dentro de estas circunstancias se puede entender la madurez de la empresa en el sector al momento del análisis; una baja en la demanda de los productos de la empresa pero que no se experimenta ni en sus competidores o el sector; una huelga o el cierre de la planta; es importante poder disponer de una metodología para lograr un ajuste por los diferentes niveles de capacidad instalada que pueden enfrentar tanto la parte analizada como las comparables. Dado que las diferencias en la utilización de la capacidad instalada afecta directamente el margen operativo (si la capacidad instalada está siendo subutilizada, se produce una sobreabsorción de los costos fijos, lo que afecta negativamente los resultados operativos), nos enfrentamos a dos cuestiones: (i) ¿el ajuste debe aplicarse a la parte analizada o a las comparables?; y (ii) ¿cómo implementar un ajuste por capacidad instalada subutilizada?.
¿Sobre qué parte se dirigiría el ajuste?. Partimos del supuesto que cualquier ajuste es razonable en la medida que se genere un beneficio de este, es decir, que el ajuste mejore la comparabilidad de la información. Las Directrices OCDE indican que los ajustes deben realizarse sobre la información financiera de las comparables, cuando se ha utilizado un método basado en márgenes (específicamente el MNT), apuntando a ajustar el margen operativo. Esto necesariamente implica complicaciones, tales como la dificultad (o imposibilidad) de obtener información desagregada de los costos fijos o de los márgenes brutos de las comparables.
¿Cómo implementarlo?. Dado que el objetivo es ajustar la comparabilidad de los márgenes operativos de las comparables a través de alguna variable proxy, elegiremos por conveniencia que el ajuste no sea a través de la variable ventas (que de por sí es más útil para el ajuste de capital, por los efectos de la cuenta de inventarios), sino por la depreciación, específicamente haciendo que la tasa de absorción de la depreciación de las comparables sea la misma que exhibe la parte analizada. Asumimos que no todos los costos fijos son relevantes y que específicamente es la depreciación la que se afecta por la subutilización de la capacidad instalada.
Paso 1: Identificamos la depreciación relevante en la(s) comparable(s) y la parte analizada; para luego calcular el ratio respecto de los costos y gastos. Depreciación/(COGS+SG&A)…(1)
Paso 2: Obtenemos el diferencial del ratio (1) de las comparables respecto de la parte analizada. (1)tp – (1) co …(2)
Paso 3: Obtenemos la diferencia ajustable para cada comparable respecto de sus costos y gastos. (2)*(COGS+SG&A); la cual adicionamos para convertirse en (COGS+SG&A) ajustados.
Paso 4: Ajustamos el indicador de rentabilidad con los costos y gastos ajustados (OJO que las Ventas no son ajustadas). Operating profit adj/(COGS+SG&A)adj=PLI NCP adj
Con estos indicadores se procede a construir el rango intercuartil y evaluamos nuevamente nuestro PLI de la parte analizada.
NOTA: Puede verse también el caso Fuchs Lubricants (ITA NO. 6339/Mum/2011) realiza una aplicación sugerente de un ajuste de capacidad instalada subutilizada (Tribunal de Mumbai).